LAS TENIDAS DEL TALLER
Una vez a la semana
Me dirijo hacia el Taller
Siempre hay algo que aprender,
Reflexionar o ver
En ocasiones no somos muchos
Y en eso (claro) me incluyo,
Sucede que la vida profana
Requiere de tiempo, intuyo
Algunas son ceremoniosas,
Otras Tenidas curiosas,
También las hay rutilantes,
Nunca son decepcionantes
Uno se siente a gusto
Y siempre puede expresarse,
La cuestión es interesarse,
Dar de sí y concentrarse
Se encuentra el saludo fraterno
El triple abrazo y la palabra,
Cosas que a uno le llegan,
Al fondo mismo del alma
El Mallete invita al silencio,
Y también a prepararse,
La tenida esta por comenzar,
No sea cosa de dispersarse
Los cargos están cubiertos,
El templo se muestra elegante,
El V.: M:. comienza el ritual
Indagando al 1er V.:
Luego así se continúa
Comprobando que los presentes
Son todos HH.: AA.:,
(Cada cual con sus matices)
Se lee entonces la Plancha,
Y la correspondencia recibida,
(Cada uno ve las cosas,
Desde su perspectiva)
A continuación circula el Saco,
Trayendo distintas Planchas
Algún permiso que otro
Y hasta informaciones varias
Luego la Plancha elegida,
Por el autor es leída,
Y con atención seguida,
Por los presentes del día.
La palabra es concedida
A las columnas y al Oriente,
(Cada cual con su parecer,
Enriquece así al Taller)
El Saco de Beneficencia
Recorre luego la sala:
(No siempre somos solidarios
Con las arcas del Hospitalario)
La palabra es concedida
En bien de la Orden y del Taller,
(Cada uno en su medida,
Contribuye en la Tenida)
A medianoche en punto,
Cierran los trabajos a horario,
Con los H.: contentos, con todo justo y perfecto,
Y habiendo ganado salario
El compromiso del Silencio
Es por todos asumido
Retirándonos en Paz
Los H.: bien henchidos
Uno queda satisfecho
De todo lo acontecido,
Mas de no haber concurrido
Se lo hubiere así perdido
Una vez a la semana
Me dirijo hacia el taller
Siempre hay algo que aprender,
Reflexionar o ver...
M.: M.: NATALIO RUBINSTEIN
DE LA Cent.: Aug.: y Resp.: Log.: AURORA DEL PARAGUAY Nº 1
Una vez a la semana
Me dirijo hacia el Taller
Siempre hay algo que aprender,
Reflexionar o ver
En ocasiones no somos muchos
Y en eso (claro) me incluyo,
Sucede que la vida profana
Requiere de tiempo, intuyo
Algunas son ceremoniosas,
Otras Tenidas curiosas,
También las hay rutilantes,
Nunca son decepcionantes
Uno se siente a gusto
Y siempre puede expresarse,
La cuestión es interesarse,
Dar de sí y concentrarse
Se encuentra el saludo fraterno
El triple abrazo y la palabra,
Cosas que a uno le llegan,
Al fondo mismo del alma
El Mallete invita al silencio,
Y también a prepararse,
La tenida esta por comenzar,
No sea cosa de dispersarse
Los cargos están cubiertos,
El templo se muestra elegante,
El V.: M:. comienza el ritual
Indagando al 1er V.:
Luego así se continúa
Comprobando que los presentes
Son todos HH.: AA.:,
(Cada cual con sus matices)
Se lee entonces la Plancha,
Y la correspondencia recibida,
(Cada uno ve las cosas,
Desde su perspectiva)
A continuación circula el Saco,
Trayendo distintas Planchas
Algún permiso que otro
Y hasta informaciones varias
Luego la Plancha elegida,
Por el autor es leída,
Y con atención seguida,
Por los presentes del día.
La palabra es concedida
A las columnas y al Oriente,
(Cada cual con su parecer,
Enriquece así al Taller)
El Saco de Beneficencia
Recorre luego la sala:
(No siempre somos solidarios
Con las arcas del Hospitalario)
La palabra es concedida
En bien de la Orden y del Taller,
(Cada uno en su medida,
Contribuye en la Tenida)
A medianoche en punto,
Cierran los trabajos a horario,
Con los H.: contentos, con todo justo y perfecto,
Y habiendo ganado salario
El compromiso del Silencio
Es por todos asumido
Retirándonos en Paz
Los H.: bien henchidos
Uno queda satisfecho
De todo lo acontecido,
Mas de no haber concurrido
Se lo hubiere así perdido
Una vez a la semana
Me dirijo hacia el taller
Siempre hay algo que aprender,
Reflexionar o ver...
M.: M.: NATALIO RUBINSTEIN
DE LA Cent.: Aug.: y Resp.: Log.: AURORA DEL PARAGUAY Nº 1
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